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The Visitor

The Visitor

Ah, "The Visitor". Si piensas en un invitado inesperado que aparece en la puerta de tu casa con una botella de vino y una amplia sonrisa, estás en el barrio. Pero no se trata de la visita de una tía lejana o de un viejo amigo; no, se trata de un puesto en el maravilloso mundo del amor y la lujuria. Echemos un vistazo más de cerca a esta intrigante postura, ¡con un guiño y una sonrisa!

¡Bienvenido “El Visitante”!

Imagina esto: estás en casa, todo está tranquilo, las velas están encendidas y de repente, ¡BAM! Ahí está él o ella, el invitado inesperado. Pero en lugar de ser un pariente lejano o un viejo amigo, este visitante está aquí para un tipo de entretenimiento completamente diferente.

Paso 1: La Preparación Tu pareja se acerca, lista para darle un giro a tu mundo. Estás de pie, como un anfitrión que está a punto de abrir la puerta. Pero en lugar de abrir la puerta, abres tus brazos... ¡y tus piernas!

Paso 2: La Conexión Hacen contacto visual, la tensión aumenta. Pones tu mejor pierna hacia adelante (literalmente), mientras tu pareja se acerca. “El Visitante” se basa en este movimiento crucial: el invitado pasa por encima de tu pierna extendida, mientras sus cuerpos se entrelazan mágicamente. Es un poco como un baile elegante, pero con más contacto de piel y sin zapatos de baile.

Paso 3: El Encuentro Ahora viene la mejor parte: el encuentro real. Mientras tu pareja se agarra firmemente a tus hombros, tú lideras la danza. El visitante, como buen invitado, sigue tu dirección y apoya tus movimientos. Juntos crean un ritmo que es tanto sensual como divertido.

Paso 4: La Interacción La magia de “El Visitante” radica en el equilibrio. Mientras mantienes tu pierna firme, tu pareja se asegura de que permanezcan cerca el uno del otro. Esta posición les brinda a ambos la oportunidad de disfrutar de un encuentro intenso y personal, donde el contacto visual y la intimidad son el centro de atención. Y no olvides, el humor es tu mejor amigo aquí: una risa o un chiste puede aumentar la tensión aún más.

Paso 5: La Despedida Cada visitante debe irse eventualmente, y así es aquí también. Después de unos minutos de esta reunión acogedora, lentamente se sueltan el uno del otro. Tal vez intercambien un guiño o una sonrisa traviesa antes de recuperar el aliento. Y mientras el “visitante” se ajusta la ropa, sabes que acaban de tener un encuentro íntimo y placentero.

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